

Por el alza del precio, las consultas para vender crecieron un 200%, la compra de oro fino o en monedas subió un 70%, su valor está en alza y se puede esconder más fácilmente.
La fiebre del oro y la cuarentena incrementaron las consultas en las principales casas de compra y venta de oro, joyas, alhajas y relojes. El clásico regateo entre cliente y vendedor ya no se hizo cara a cara, algunos lo hicieron vía Whatsapp y otros, ante la necesidad no pusieron resistencia.
Al principio de la pandemia, con los locales cerrados, la mayoría lanzó cotizaciones vía Whatsapp. Los interesados tomaban contacto directo con los tasadores para hacer consultas y mostrar lo que querían vender. En algunos casos, donde aún los locales están cerrados, las operaciones de compra y venta se hacen mediante envíos de correo.
El Tasador es un local con 47 años de historia, que hace 15 tiene la esquina de Corrientes y Pueyrredón. Una ubicación céntrica y privilegiada, pero no en época de pandemia en la que el barrio de Once es una de las zonas donde más se limita la apertura de negocios.
Claudia Rodríguez, es jefa de tasadores, señaló a BAE Negocios: “Sólo atendemos las ventas y consultas de tasaciones on line, la compra de oro y alhajas la hacemos a través de la página web o nuestro canal en Mercado Libre. Los envíos se hacen a través de OCA o nos mandan una moto y en el local sólo preparamos los envíos. Somos cinco tasadores, rotamos cada quince días y respetamos todos los protocolos. Es una complicación grandísima, esto es algo presencial, se pierde el regateo entre lo que le ofrecemos y lo que pretende. Hay muchísima gente que vende sus alhajitas, alianzas, algunos necesitan el dinero para pagar deudas, otros compran oro fino o monedas para ahorrar”.


Mientras esperan que el Gobierno los autorice a abrir el local, Rodríguez de El Tasador, señaló: “En la cuarentena se incrementaron un 200% las consultas de venta de oro, alhajas y relojes, más del 70% de las consultas se concretan. Por la suba del valor del oro, muchos venden alhajas para cancelar deudas y porque la están pasando mal, ni hubo paritarias. Otros venden y compran oro fino o monedas de oro, los valores rondan entre U$D65 y U$D70 dólares tomador y vendedor. Eligen invertir en oro, antes que en dólares. Tenemos entre 50 y 60 consultas por tasaciones y un número similar de ventas”.
Todos los empleados de El Tasador pudieron cobrar sus sueldos y aguinaldos, pero consideran que los tienen olvidados por estar en el corazón de Once. No todos tienen la misma suerte, a cuatro cuadras, Leiva Joyas, fundada en 1973, comenzó abriendo con turnos y hace dos semanas abre con horario reducido 11 y 17 horas, cuando su horario normal era de 9 a 20 horas.
Yanina Ferreyra, tasadora de Leiva Joyas, explicó a BAE Negocios: “Notamos que hay mucha venta de alhajas por inseguridad, porque fueron heredadas y porque no quieren seguir pagando el seguro extra que les cobran los bancos y también porque no quieren tener deudas y tienen que pagar impuestos o empresas que necesitan que cubrir sueldos de sus empleados”.


En Leiva Joyas las consultas para comprar oro no se detienen. “La fuerte subida del oro que hizo que duplicara su valor histórico incentivó a muchos a invertir en lingotes, láminas y monedas. Es buena forma de ahorrar, no se deteriora, se lo puede enterrar o esconder fácilmente. Como entregamos certificado, pueden comprar lingotes chiquitos y luego vienen y los cambian por alguno de más valor. La compra de oro para invertir creció un 70%. Es la mejor inversión a futuro y se puede estancar, pero casi no baja”, señaló Ferreyra.
Extreman las medidas de seguridad, cumplen con los protocolos y esperan que cuando la gente pueda usar el transporte pública o pueda venir desde el interior del país, las ventas se incrementarán.
Fuente: baenegocios.com